Mal de Caña
Cuando el esposo de María murió, le dijeron que tenía que dejar la plantación o trabajar en el único trabajo disponible: cortar y cultivar caña. Ella decidió tomar el trabajo que le ofrecía la Compañía a cambio de un salario de miseria y una pequeña barraca donde vive con sus cinco hijos. De esta manera, aceptó una vida de precariedad sin electricidad, agua…